jueves, 26 de marzo de 2009

AROMATERAPIA


CURAR EL CUERPO CON LA AYUDA DE LA AROMATERAPIA

Congestión respiratoria de los sinus

El noventa por ciento de los problemas respiratorios son causados principalmente por virus. Afortunadamente, hay varios aceites esenciales que inhiben a los virus, incluyendo a la mayoría de los responsables de la gripe y el resfrío. Algunos aceites contribuyen a aflojar y eliminar la congestión pulmonar y de los sinus, lo que los convierte en excelentes remedios para combatir el resfriado, la gripe y la fiebre del heno. Junto con los aceites esenciales de menta y eucaliptus, el de anís reduce la tos y también puede relajar los espasmos musculares alrededor de los pulmones.-
Cualquiera que haya olido pimienta negra, eucaliptus, menta o pino sabe que el simple hecho de oler estos aceites esenciales ayuda a despejar los sinus. El ciprés contribuirá a secar una nariz persistentemente goteante. Como beneficio extra, todos estos aceites combaten las infecciones bacterianas que a menudo acompañan a un resfriado o a una gripe.-
Un espray de garganta o un gargarismo permite que los aceites esenciales entren en contacto directo con la garganta inflamada o laringitis. Los bálsamos de vapor, además de servir como medio de transporte para los aceites, aunmentan la circulación y calientan el pecho, siendo por lo tanto factores importantes para combatir la infección. El vapor cálido y húmedo abre las fosas nasales y las vías bronquiales, lo que facilita la respiración y lleva los aceites esenciales hacia los sinus infectados y los pulmones. Los aceites esenciales se pueden utilizar en humidificador, o en un recipiente de agua calentada a fuego lento para desinfectar el aire.-
Atención: la pimienta negra, la canela y el tomillo están bien en un bálsamo de vapor, pero vaporizar con ellos puede irritar las vías respiratorias.-
Cuando la vaporización sea poco práctica, utilice un inhalador nasal natural. Puede adquirir uno en las tiendas de alimentos naturales, o hacérselo con la fórmula que se indica más adelante.-

Aceites esenciales antivíricos

Menta, Melisa, Pimienta Negra, Hisopo, Árbol de Té, Eucaliptus, Canela, Bergamota, Romero y Tomillo.-

Aceites esenciales para la congestión

Eucaliptus, Incienso, Menta, Madera de Sándalo, Ciprés, Anís, Árbol de Té, Benjuí, Mirra, Pino, Tomillo, Pimienta Negra.-

Vapor

3 a 6 gotas de aceites esenciales.-
3 tazas de agua.-

Calentar el agua a fuego lento en un recipiente ancho. Colocarse una toalla sobre la espalda y la cabeza y doblar los extremos alrededor del recipiente, de modo que el vapor permanezca en el interior de esta "tienda" improvisada. Respirar profundamente el vapor durante todo el tiempo que le resulte cómodo.-

Inhalador nasal casero

6 gotas de aceite de Eucaliptus.-
1/4 de cucharadita de sal gruesa o gorda.-

Colocar la sal en un pequeño frasco (es mejor de cristal) con una tapa apretada, y añadir el aceite. La sal absorverá el aceite y proporcionará una forma conveniente de transportarlo sin derramarlo. Cuando sea necesario, abrir el frasco e inhalar profundamente. Esta misma técnica se puede utilizar con cualquier aceite esencial.-

Espray/gargarismos de garganta

5 gotas de aceite de Tomillo o Salvia.-
1/2 taza de agua.-
1/2 cucharadita de sal.-

Agitar bien para dispersar los aceites antes de efectuar el gargarismo. Realizar gargarismos con una pequeña cantidad a lo largo del día.-

Friega de vapor

13 gotas de aceite de Eucaliptus.-
6 gotas de aceite de Menta.-
5 gotas de aceite de Tomillo.-
25 gramos de aceite vegetal.-

Combinar los ingredientes en una botella de cristal. Agitar bien para mezclar los aceites de modo uniforme. Aplicar un masaje suave sobre el pecho y el cuello.-

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