lunes, 11 de mayo de 2009

LA NUMEROLOGÍA Y EL AMOR...

Condiciones generales para conquistar a una persona Número 9

A) MEJOR DÍA PARA AMAR
Miércoles.-

B) PARTES MAS SENSIBLES DEL CUERPO
Rostro y cabeza.-

C) MEJOR LUGAR PARA AMAR
Las personas Número 9 prefieren lugares con mucho ruido, acción y movimiento. Las fiestas, las reuniones entre amigos, son los lugares donde dan rienda suelta a sus sentimientos afectivos y se tornan más sensuales. Un ambiente caliente y seco es lo más agradable para conquistar a las personas Número 9.-

D) FACTORES DETERMINANTES
Fuerza de voluntad, espontaneidad, expresividad y energía.-

E) EL REGALO IDEAL
El regalo ideal para cualquier persona Número 9 es algo que pueda usar y que sea para los otros motivo de admiración. Anillos, pulseras, alfiler de corbatas, o cualquier tipo de joya le encantarán a la persona Número 9.-

F) COMO CONQUISTARLA
Finja que no se deja dominar y verá que ésto encenderá el interés de la persona Número 9 por usted. Luego, déjese seducir lentamente. Es decir, con los Número 9 primero hay que mostrar resistencia y después dejarse seducir. Los Número 9 sienten atracción por las personas difíciles... y no cuesta nada darles el gusto.-

G) AFINIDADES NUMEROLÓGICAS
- Positivas: 1, 3, 4, 5 y 7.-
- Razonables: 2 y 8.-
- Negativas: 6 y 9.-

RELATOS DE DERVICHES...

El hombre cuyo tiempo estaba trastocado

Había una vez un rico mercader que vivía en Bagdad. Tenía una valiosa casa, grandes y pequeñas propiedades y embarcaciones que navegaban a las Indias con valiosos cargamentos. Había logrado esto en parte por herencia, en parte por sus propios esfuerzos ejercitados en el lugar y tiempo adecuados, en parte por el benévolo consejo y dirección del Rey de Occidente, como era llamado el Sultán de Córdoba en aquel tiempo.-

Entonces algo anduvo mal. Un cruel opresor se apoderó de la tierra y de las casas. Barcos en camino a la India zozobraron en tifones; el desastre afectó su casa y su familia. Aún sus amigos más cercanos parecían haber perdido la capacidad para estar en real armonía con él, aunque tanto él como ellos deseaban una buena relación social.-

El mercader decidió viajar a España para ver a su antiguo protector, poniéndose en marcha a través del Desierto Occidental. En el camino tuvo un accidente tras otro. Su burro murió; fue capturado por bandidos y vendido como esclavo; luego, escapó con gran dificultad; el sol le quemó la cara hasta que pareció cuero; toscos aldeanos lo ahuyentaron de sus puertas. De vez en cuando, un derviche le daba un bocado y un andrajo para cubrirse. Algunas veces pudo tomar un poco de agua fresca de un pozo, pero frecuentemente ésta era salobre.-

Por fin, llegó al palacio del Rey de Occidente.-

Aun aquí tuvo las mayores dificultades para poder entrar. Los soldados le alejaban con las astas de sus lanzas, los chambelanes se negaban a hablar con él. Fue puesto a trabajar como empleado menor de la Corte, hasta que pudiese ganar lo suficiente como para comprar una vestimenta adecuada para cuando solicitase al Maestro de Ceremonias ser admitido ante la presencia real.-

Siempre tenía presente que se hallaba cerca de la presencia del rey, y el recuerdo de la bondad del Sultán hacia él, tiempo atrás, aún perduraba. Sin embargo, debido a que había pasado tanto tiempo en estado de pobreza y desgracia, sus modales se habían resentido, y el Maestro de Ceremonias decidió que debía seguir un curso de comportamiento y autodisciplina antes de autorizarlo a presentarse a la Corte.-

Todo esto soportó el mercader hasta que, tres años después de haber abandonado Bagdad, fue llevado a la sala de audiencias.-

El rey lo reconoció enseguida, le preguntó como estaba y le pidió que se sentara en un lugar de honor a su lado.-

-Su Majestad -dijo el mercader- he sufrido terriblemente durante estos últimos años. Mis tierras fueron usurpadas, mi patrimonio expropiado, mis barcos se perdieron y con ellos toda mi fortuna. Durante tres años he luchado contra el hambre, los bandidos, el desierto y con gentes cuyo lenguaje no comprendía. Aquí estoy para ponerme en manos de Su Majestad.-

El rey se dirigió al Chambelán: -Dale cien ovejas; hazlo Pastor Real, envíalo a aquella montaña y déjalo hacer su trabajo.-

Algo deprimido porque la generosidad del rey aparentaba ser menor que la esperada por él, se retiró, luego de las salutaciones acostumbradas.-

Tan pronto hubo llegado con sus ovejas al magro apacentadero, éstas fueron afectadas por una plaga, y todas murieron. Retornó a la Corte.-

-¿Cómo están tus ovejas? -le preguntó el rey.-

-Su Majestad, murieron tan pronto como las llevé al apacentadero.-

El rey hizo una señal y ordenó: -Entrégale a este hombre cincuenta ovejas y dejen que cuide de ellas hasta nuevo aviso.-

Sintiéndose avergonzado y perturbado, el pastor llevó los cincuenta animales a la ladera de la montaña. Éstas comenzaron a pastar bien, pero súbitamente apareció un par de perros salvajes que las corrieron hasta el borde de un abismo, por donde se precipitaron todas ellas.-

El mercader, muy apenado, retornó al rey y le contó su historia.-

-Muy bien -dijo el rey- ahora puedes llevar veinticinco ovejas y continuar como antes.-

Casi sin tener ya esperanzas en su corazón, y aturdido más allá de toda medida, pues no se sentía pastor en sentido alguno, el mercader condujo a sus ovejas al apacentadero. Tan pronto como hubieron llegado allí, se dio cuenta que todas sus ovejas comenzaban a parir mellizos, llegando casi a duplicar su majada. Después, nacieron mellizos nuevamente. Estas nuevas ovejas eran gordas, de buen vellón y excelentes para comer. El mercader encontró que, vendiendo algunas y comprando otras, las que compraba, aunque fueran flacas y chicas en un principio, crecían fuertes y sanas y se asemejaban a la asombrosa nueva raza que estaba criando. Después de tres años pudo retornar a la Corte, espléndidamente ataviado, con su informe acerca de la prosperidad del rebaño durante su administración. Fue inmediatamente admitido a la presencia del rey.-

-¿Eres ahora un próspero pastor? -preguntó el monarca.-

-Sí, en verdad, Su Majestad. En una forma incomprensible mi suerte ha cambiado y puedo decir ahora que nada adverso ha sucedido; aunque todavía no me agrada criar ovejas.-

-Muy bien -dijo el rey-. Allá está el reino de Sevilla, cuyo trono es mi don. Ve y que se sepa que yo te designo rey de Sevilla.-

Y lo tocó en el hombro con el hacha ceremonial.-

El mercader no pudo contenerse y prorrumpió: -Pero ¿por qué no me hiciste rey la primera vez que vine aquí? ¿Estabas poniendo a prueba mi paciencia, ya tensa y a punto de romperse? ¿O lo hiciste para enseñarme algo?

El rey rió: -Digamos simplemente que, si el día que llevaste las cien ovejas a la montaña y las perdiste, hubieras tomado el gobierno del reino de Sevilla, hoy no habría allí piedra sobre piedra.-

PARA REFLEXIONAR Y MEDITAR...

Él es la luz de todas las luces que brillan, disipando todo vestigio de oscuridad. Él es el conocimiento y la meta del Conocimiento que mediante el Conocimiento se alcanza. Él mora en el corazón de todos los hombres.-

EL VIAJE INTERIOR...


Los obstáculos mentales para la meditación

- La cólera: que proviene de la adhesión o del deseo frustrado, de la mezquindad desquiciada, de la codicia, del miedo, de los celos; en tal caso, uno ya no es dueño de sí mismo, sino la víctima de su cólera. El resentimiento, el odio, la furia, la irritación son otras tantas formas y prueban la debilidad interior. Los maestros hindúes dicen que aquel que ha conseguido dominar su cólera ha recorrido la mitad del camino de la liberación. No se trata de caer en una suave mansedumbre, sino de saber permanecer en cualquier circunstancia dueño de sí, desprendido e indulgente, y no malgastar energías y tiempo. Esto no excluye la lucidez y la severidad su fuera necesaria.-
- La maledicencia: que acretida un espíritu y un corazón mezquinos, y tantas víctimas hace esparciendo un veneno estragador que desconcierta al prójimo. Falsía, astucia, subterfugio, perversidad, celos, ignorancia, forman el triste cortejo de la maledicencia. ¿Por qué criticar o calumniar a alguien que no está frente a uno, sino por cobardía y, digamos la palabra, maldad?.-
- El pesimismo: jamás abandonarse a la tristeza, a las ideas oscuras, a las depresiones que hacen volver los viejos recuerdos subconcientes a la superficie de la mente. De nada sirve. Reaccionar, practicar ejercicios físicos, sacudirse, salir, cambiar de aire, obligarse a ver el lado positivo de la vida. El aspecto negativo existe en todo: precisamente hay que luchar contra él.-
- La duda: ¿Dios existe o no? ¿Yo soy bueno o malo? Nada avanza en mi vida, etc. En cada ademán cotidiano, en cada acción, la determinación es esencial. Lo que no excluye, sino todo lo contrario, la reflexión, que no es duda y sí apreciación de elementos. La duda crea una inquietud mental que impide todo progreso en cualquier dominio que sea.-
- Los malos pensamientos: durante la meditación aparecen todos nuestros fantasmas impuros. ¿Qué quiere decir "impuro"? Lo que se supedita al egoísmo, la destrucción y también a las situaciones que no existen pero que mucho quisiéramos que existieran. Imaginarlas es inútil y nada resuelve. La meditación vuelve aún más presente este aspecto de nuestro espíritu, que es vagabundo, agitado, atormentado por el sexo, ávido de honores, consideración, dinero, de una vida que nunca es enteramente la propia y que debería reportar la felicidad ideal, el vellocino de oro. Ilusiones...
- Los sueños: apegarse a los sueños, nocturnos o despiertos, también es inútil; es preciso comprender que no son más que imágenes, significativas pero efiméras, en un espejo vacío. El miedo: ¿miedo de qué? Ante todo de sí. El "Yo" crea los objetos de su miedo, y cae en la angustia y timidez aniquilantes. ¿Para qué sirve tener miedo? Para nada. Ello no cambiará ni un ápice el curso de los acontecimientos.-
El adepto a la meditación debe ser, como todos los sabios, un guerrero del devenir del ser, y desarrollar el coraje y una visión clara de las situaciones. Una buena respiración basta para hacer desaparecer esa inmovilización que es el miedo. Para darse cuenta de ello es suficiente hacer varias espiraciones profundas en cuanto la angustia se manifiesta.-
- La fuerza de viejas impregnaciones: Swami Sivananda dice: "Cuando el aspirante se impone una severa disciplina espiritual, cuando hace una intensa sádhaná, con miras a eliminar las viejas impresiones subconcientes (samskáras), éstas se esfuerzan por sobrevivir y lo atacan con fuerza creciente. Toman forma y ruedan hacia él como rocas. Las viejas sámskarás de odio, enemistad, celos, sentimientos de vergüenza, de respeto humano, de honor, de temor, etc., adquieren formas graves; no son no-entidades imaginarias; ganan actualidad en cuanto la ocasión se les presenta. Mas el aspirante no debe desanimarse, ellas perderán su fuerza con el tiempo y acabarán por morir".-
- La naturaleza inferior: o la adhesión al ego. ¿Queremos cambiar, evolucionar, o bien reforzar la "armadura caracterial"?.-
- El recuerdo: ayer, era ayer. Una experiencia entre otras. Eso es todo. Durante la meditación, los recuerdos forman impresiones mentales superfluas.-
- La ilusión: creer que uno es esto o aquello... Tener la impresión de poseer la verdad, la única. No ver más que un aspecto de las cosas, de los hechos. Estar prendido al "mí", al "mío". Todo está llamado a pasar, a desaparecer. Amar, sí, pero para el otro, no para sí.-
- Otros obstáculos: la pereza, la indolencia, la enfermedad (que casi siempre es una reacción psicosomática), la inercia, la inestabilidad, la aunsencia de dominio de los sentidos, la mala voluntad, el abatimiento, la intolerancia, los prejuicios, el desprecio por lo que no es de su naturaleza.-
Swami Sivananda dice también que:
- la ambición y el deseo,
- el orgullo moral e intelectual,
- las visiones,
- el deseo de gozar de poderes supranormales,
- la hipocresía religiosa,
- la mente en estado de torpeza o exaltación,
forman parte de los mayores obstáculos en la vía de la meditación justa.-

CONJUROS, RITUALES Y MAGIA BLANCA...

ATRAPE ETERNAMENTE AL SER AMADO

Consiga una superficie de madera que sea rectangular y no tenga menos de veinte centimétros de largo. Fabrique con arcilla un muñeco, al que le irá incluyendo atributos del ser amado; péguele un mechón de sus cabellos y vístalo con un pañuelo que le pertenezca. Apoye el muñeco acostado sobre la madera, y coloque cerca de éste, pequeños objetos que le pertenezcan a usted: anillos, cadenitas, cartas de amor, etc.-
Durante tres días eleve plegarias nocturnas frente al muñeco, pidiendo al Supremo que nunca los separe. Al cuarto día cubra todo con flores rojas, guárdelo en una caja y dispóngala en un lugar de la casa que no esté a la vista de nadie. Mantenga todo así, durante seis meses y ya nada podrá destruir la unión física y espiritual.-

MEJORE SUS CONTACTOS ÍNTIMOS

Un truco que sirve para elevar la energía sexual de la pareja, consiste en recurrir a un pequeño trocito de madera de ciprés, cuyo efecto más poderoso es intensificar los contactos íntimos.-
Para lograrlo deberá atar esta madera con una cinta de seda roja, en la cual previamente habrá escrito su nombre y el de su pareja. Luego, déjela una noche cubierta con polvo de sahumerio (aroma a elección) y pétalos de flores, dentro de una bolsa de tela blanca. Al día siguiente tome la madera y colóquela debajo del colchón del lecho matrimonial. Pasados nueve meses, deberá repetir el procedimiento con un trozo nuevo de madera.-