domingo, 17 de mayo de 2009

RELATOS DE DERVICHES...

El monasterio mágico

Un cierto derviche humilde y silencioso solía concurrir todas las semanas a las comidas que ofrecía un hombre culto y generoso. A tales reuniones se las conocía como Asambleas de los Cultos.-

El derviche jamás intervenía en la conversación. Después de entrar, estrechaba las manos a cada uno de los presentes, se sentaba en un rincón y comía lo que se servía. Terminada la reunión se ponía de pie, decía unas pocas palabras de despedida y agradecimiento y tomaba su camino. Nadie sabía nada de él. No obstante, cuando apareció por primera vez circularon rumores de que se trataba de un santo, y durante un largo tiempo los demás comensales pensaron que debía ser, sin duda, un hombre santo y poseedor de conocimeintos, y aguardaban con placer el momento en que el derviche les impartiese algo de su sabiduría. Incluso algunos se jactaban de que el extraño participara en esas reuniones de amigos, dando a entender que esa compañía les confería a ellos especial distinción.-

Sin embargo, como no se observaba relación alguna con aquel hombre, poco a poco los invitados empezaron a sospechar que en realidad podía tratarse de un imitador o de un farsante. Algunos llegaron a sentirse incómodos por su presencia. Evidentemente, él no hacía nada por armonizar con el ambiente y no aportaba siquiera un proverbio a las esclarecidas conversaciones que para ellos habían llegado a significar una parte entrañable de sus mismas vidas. Incluso algunos concurrentes no llegaban a percatarse de que el derviche estuviese presente, pues pasaba totalmente inadvertido.-

Cierto día, el derviche habló. Dijo: -Yo los invito a todos a mi monasterio, mañana por la noche. Cenarán conmigo.-

La inesperada invitación suscitó un revuelo de opiniones. Algunos pensaron que el derviche, que vestía muy pobremente, debía ser un loco y que con toda certeza no podría ofrecerles nada. Otros supusieron que la conducta anterior había sido una prueba. Algunos se dijeron que, por fin, el derviche les compensaría la paciencia con que habían soportado tan pesada compañía. Hubo quienes se alertaron entre sí: -¡Cuidado! Podría ocurrir que busque tentarnos para someternos a su poder.-

Pero la curiosidad indujo a todos, incluso al anfitrión, a aceptar la propuesta, y a la noche siguiente el derviche los condujo desde la casa hasta un monasterio escondido, de tal magnitud y magnificencia que quedaron atónitos.-

El edificio estaba poblado de discípulos que practicaban toda clase ejercicios y tareas. Los invitados transitaron por salas de contemplación, donde gran número de sabios de distinguido aspecto se levantaron respetuosamente para saludar con inclinación de cabeza, la proximidad del derviche.-

El banquete con que fueron agasajados fue indescriptible y sobrepasó toda expectativa.-

Los visitantes se sintieron anonadados. Todos le suplicaron que a partir de ese mismo instante los aceptase como discípulos.-

Pero a esas instancias, el derviche respondía tan sólo: -Esperen hasta la mañana.-

Llegó la mañana y los invitados, en lugar de despertar en las suntuosas camas de seda que se les habían brindado la noche anterior, se encontraron yaciendo tiesos y desnudos, dispersos en el suelo, en el interior de un pétro recinto de una enorme y fea ruina, sobre una yerma ladera de montaña. Ni señales del derviche, de los bellos arabescos, de las bibliotecas, fuentes y alfombras.-

-Ese canalla infame nos ha traicionado con artes de brujería -vociferaban los invitados, quienes alternativamente se lamentaban y felicitaban entre sí por sus sufrimientos y porque, finalmente, habían desenmascarado al villano, cuyos poderes sin duda se habrían extinguido antes de que pudieran cumplirse vaya a saber qué pérfidos propósitos. Muchos atribuyeron la salvación a su propia pureza espiritual.-

Pero lo que ellos ignoraban era que, por los mismos medios de que se había valido para introducirlos en aquella mágica experiencia del monasterio, el derviche les había inducido a creerse abandonados en medio de ruinas. La verdad era que no estaban ni habían estado ni en un sitio ni en el otro.-

En ese instante, como surgiendo de la nada, el derviche se presentó a sus invitados y les dijo: -Regresemos al monasterio.-

Hizo un movimiento con sus manos y todos se encontraron otra vez en los salones palaciegos.-

Entonces se sintieron arrepentidos de sus reclamos, pues inmediatamente se convencieron de que las ruinas no habían sido más que la prueba y el monasterio la verdadera realidad. Algunos musitaron: -Es una gran suerte que no haya oído nuestras censuras. Con sólo que nos enseñe este extraño arte, habrá valido la pena.-

Pero el derviche movió nuevamente sus manos y todos se encontraron otra vez en la mesa de la comida en común, de la cual, en realidad, nunca se habían apartado.-

El derviche continuaba sentado en su rincón habitual, comiendo su acostumbrado arroz con especias, sin decir palabra. Entonces, mientras lo contemplaban inquietos, todos oyeron su voz hablar dentro de sus propios pechos, aun cuando los labios del derviche estaban inmóviles. Dijo: -Mientras la codicia les impida distinguir entre el autoengaño y la realidad, nada real les podrá enseñar un derviche: sólo ilusiones. Aquellos cuyo alimento es autoengaño y fantasía, sólo con engaño y fantasía pueden ser alimentados.-

Todos los presentes en aquella ocasión siguieron frecuentando la mesa del hombre generoso, pero el derviche nunca volvió a hablarles.-

Al cabo de un tiempo, los componentes de la Asamblea de los Cultos descubrieron que su rincón estaba vacío.-

PARA REFLEXIONAR Y MEDITAR

Aquel que, tras haber sido negligente, se vuelve vigilante, ilumina la tierra como la Luna que emerge de entre las nubes.-

EL VIAJE INTERIOR...

El Buda y sus preceptos

En el siglo sexto antes de nuestra era, Un sabio, Sakyamuni, más conocido bajo el nombre de Buda, el Despierto (también será llamado Siddharta: "Aquél que ha alcanzado su fin" y Gautama: "el Mejor de los bóvidos", por referencia a la vaca, sagrada en la India), fundó sobre su experiencia mística una de las más poderosas religiones del mundo. La leyenda dice que habiendo nacido en un clan aristocrático, llevó una vida indolente hasta los veintinueve años; pero un día, tuvo la revelación del sufrimiento del mundo y se dio cuenta que la tristeza, las enfermedades, la vejez y la muerte son el destino común de la humanidad. El encuentro con un asceta, un brahman, le trajo una revelación sobre la posibilidad de una búsqueda interior, que tal vez fuera una puerta para la emancipación de todo dolor. Dejó su palacio de noche, "abandonando su hogar, por una vida sin hogar", cambió sus vestidos por andrajos cosidos entre sí y teñidos de ocre, cortó su cabellera y cogió el bastón de peregrino. Durante años escuchó a muchos maestros, aprendió diversas técnicas yogas, pasó semanas macerándose y ayunando. Pero nada de todo aquello le reportó la liberación esperada. Con el cuerpo extenuado por los tormentos que se había impuesto, decidió sentarse bajo una higuera, en posición de loto, sobre un almohadón de hojas, y no moverse más de allí hasta que lograra la iluminación, aunque debiera morir en aquel sitio. Bajo este árbol, llamado luego "de la Bodhi" (la ciencia radical), en una sublime intuición, su espíritu y su cuerpo conocieron el alfa y el omega del universo, el ciclo de los nacimientos y las muertes, sus existencias pasadas, la complejidad del misterio cósmico, la creación de los mundos; descubrió que la materia está formada de vacío, que el tiempo es infinito pero que los ciclos existen; vio la muerte engendrando la vida como la oscuridad engendra la luz y viceversa. El reino de la naturaleza y sus leyes surgieron ante él, así como la evasión del hombre en relación a su ser verdadero: al buscar honores y placeres, no hace más que precipitarse en el sufrimiento y crea el karma, el destino que lo encadena.-
Durante siete semanas, se ha escrito, el que acababa de convertirse en el Buda permaneció así meditando, cuerpo y mente aquietados, perfectamente detenidos. Al cabo de esos cuarenta y nueve días, decidió transmitir a la humanidad lo que había descubierto. Comenzó a difundir su enseñanza revolucionaria en el parque de las Gacelas, junto a Benarés, donde los discípulos se juntaron cada vez en mayor número. A lo largo de varias decenas de años de peregrinaciones y discipulado se constituirá una poderosa comunidad religiosa (sangha) en torno a este ejemplo viviente y este mensaje de libertad, que, aún hoy, conserva su frescura original.-
Esta medicina del ser se funda en una doctrina y una práctica cuyo primer enunciado es "sarvam Durkham", que habitualmente se traduce por "todo es dolor" pero que más precisamente significa que en el fondo de todo reinan el malestar y la inestabilidad, la decepción y la ilusión. El deseo finalmente siempre es burlado, aún cuando se le conceda lo que pide, la dicha como el placer sólo duran instantes, todo pasa, todo cambia, no se puede contar con ninguna permanencia, con nada.-
Los seres humanos siempre sueñan con afirmar su vida en una ilusoria caparazón de seguridad y egoísmo, pero de hecho, sus fantasmas velan la realidad. Desde el nacimiento hasta la muerte, la existencia pasa como un sueño, de necesidad, en busca de un placer absoluto que se oculta permanentemente; la sed de perdurar es insaciable e inútil, puesto que al final del camino se halla la muerte. Pero el Buda enseña que uno puede romper el círculo vicioso de la alienación y la ceguedad. Y para ello hay que cambiar ante todo nuestra conducta con la rectitud de nuestras acciones; por medio del discernimiento (prajna) que lleva a rectificar nuestros puntos de vista egoístas y nuestras limitadas concepciones; asimismo por la moralidad, que exige palabras, acciones y medios de existencia justos; finalmente por la concentración o disciplina mental, que trae aparejado esfuerzo, atención y memoria precisas, y poder de recogimiento.-
Con estas ocho reglas de vida, se puede cortar el encadenamiento sin fin de las causas y efectos, cortar el karma nefasto, liberarnos de las cadenas del destino egoísta. Esta sabiduría está al alcance de todo el mundo funda la doctrina budista. No hay ninguna cosmología en el origen, ningún dios remoto que venerar: la naturaleza de Buda se halla en cada uno, a nosotros nos corresponde saber realizarla.-
Aquí y ahora, pues cada instante, si es vivido plenamente, abarca la eternidad:
"Cuando esto aparece, aquello es;
Si esto aparece, aquello aparece;
Cuando esto no es, aquello no es;
Cuando esto cesa, aquello cesa".-
Pero el ser humano se deja encadenar por una serie de factores sucesivos, donde cada uno condiciona al siguiente: la ignorancia produce tendencias que ocasionan la concepción de la conciencia de donde provienen el compuesto psicosomático y sus cinco sentidos, y la mente, quienes hacen posible el contacto con el mundo y sus objetos, las sensaciones, la afectividad, y por tanto la sed de los objetos, sensaciones e ideas, la cual trae aparejada el deseo de apropiación y el ego. Todo ello crea el devenir, nacimiento, años y muerte.-
Para aclarar nuestra visión de esta realidad y saber caminar por la vía de la abolición del egoísmo y el sufrimiento, no bastan los votos piadosos: a ellos hay que agregar actos, prácticas. El Buda elaboró un sistema preciso y estricto de observancias y afecciones, la mente, ese caballo loco, y a descubrir nuestro ego, ese yo ilusorio fabricado de múltiples piezas, fuente de todas las aflicciones y que oculta la claridad de nuestro ser profundo.-

CONJUROS, RITUALES Y MAGIA BLANCA...

CORTE DE RAÍZ UNA POSIBLE TRAICIÓN

Quizás usted no tenga la certeza de que su amado le es infiel, pero su intuición le advierte que puede llegar a ser seducido por otra persona. Con el siguiente hechizo, usted podrá tanto prevenir sus posibles infidelidades, como aniquilar la existente.-
Esconda un poco de sal gruesa o gorda en la botamanga del pantalón de su amado o, en su defecto, en el bolsillo de alguna prenda, con tres granos de sal será suficiente. También coloque en el mismo lugar una gotita del perfume que usted acostumbra a usar. Mientras hace esto repita: "Que la sal y mi perfume alejen de su vida a toda persona que quiera seducirlo y conquistarlo. De lo contrario, que no lo una la atracción, ni el entendimiento".-
Repita este hechizo los días Lunes, Viernes y Sábado, durante un mes seguido.-

FÓRMULA DE LA POPULARIDAD

Si usted es muy introvertido, pero tiene un legítimo deseo de relacionarse con sus compañeros de trabajo, vecinos y conocidos, recurra a este ritual que lo ayudará a que los demás se acerquen a usted.-
Mezcle un puñadito de pétalos secos de narcisos, jazmines y hojas de muérdago con nuez moscada en polvo y romero, luego agréguele un trozo de coral blanco o rosado. Reduzca todos estos ingredientes a un polvo muy fino. Si está pensando en atraer la amistad de una persona determinada, eche una pizca de este polvo en el umbral de la puerta de su casa u ofrézcale prestarle algún objeto al cual usted previamente habrá espolvoreado con la preparación.-
En cambio, si lo que desea es la aceptación de un grupo, junte esta mezcla en una bolsita de tela blanca y ocúltela debajo de su almohada durante tres noches. Después, guarde todo en una cajita de madera y déjela cerca de algún objeto que tenga un gran valor sentimental para usted, por ejemplo, algo obsequiado por un ser querido.-

PARA QUE CONFÍEN EN USTED

Cuando alguien desconfía de nosotros y se muestra distante, ya sea por temor, por timidez o por cautela, podemos usar este método infalible para ganar su confianza.-
Consiga una vela de color marrón y escriba en ella tres veces el nombre de la persona. Luego, coloque la vela en un recipiente repleto de azúcar y repita: "La distancia que impones se acortará. Te darás cuenta que en mí puedes confiar. En nueve días tu amistad será mía".-
Efectúe este ritual durante tres días consecutivos por la noche y si no obtiene el resultado esperado, repítalo a la semana siguiente durante tres días más.-