domingo, 29 de marzo de 2009

EL VIAJE INTERIOR...



Aprender a existir


Entonces, ¿cómo actuar?

Uno de los medios es saber invertir el proceso de pensamiento y acción que nos impulsa y disgrega hacia el exterior. Volverse hacia el interior. Escucharse. Escuchar al cuerpo y al cerebro, percibir que son mucho más importantes las ideas hechas inculcadas en ellos.-
Relajar la tensión, dejarse vivir, profundamente. La mayor parte del tiempo el hombre privilegia un modo de funcionamiento: así, el cerebro frontal es empleado en exceso y esto crea neurosis y problemas. Por el contrario, el hipotálamo, ese cerebro "animal" y primitivo donde se asientan el instinto y la intuición, está sub-empleado. En la vida moderna se deseca. Cambiemos pues de velocidad, hagamos reposar ese cerebro que piensa y proyecta el mundo en lugar de vivirlo. El fenómeno de las ondas alfa puede ayudarnos a ello, ya que reporta esa serenidad, ese vacío saludable que permite volver a hallar una visión objetiva del mundo. Ustedes miran una película en la televisión, están en la acción y participan en la realidad viva de las imágenes-línea. La película se detiene, ustedes cierran el contacto, la imagen se borra. Queda el receptor, frío y objetivo. Hacer lo mismo con el cerebro, saber desconectar algunos circuitos y luego conectarse más o menos concientemente con otros, diferentes, es un verdadero arte, al alcance de todos.-
Porque cada uno ve el mundo de modo diferente, según sus estructuras morfológicas, según sus cualidades innatas y su saber, pero el campo entero de la experiencia es accesible a todos, según su originalidad propia.-
Aprender a controlar su propio bio-feed-back, regular sus energías y percepciones, he aquí algo útil para enseñar con miras a la nueva civilización, radicalmente diferente, que se anuncia, es una necesidad fundamental " el ejercitamiento con las ondas alfa; no sólo aporta la serenidad y un ahondamiento espiritual, sino que será capaz, a juzgar por los resultados actuales, de reforzar las capacidades intelectuales... El "camino hacia el interior", que en el pasado era tan frecuentemente un camino sin retorno, ya no conduce a quienes lo emprenden forzosamente lejos de la sociedad. La meditación puede hacer volver a los hombres, fortalecidos, al mundo y a sus prójimos. Soñamos con viajes a través del universo. Pero, el universo, ¿no está en nosotros? No conocemos la profundidad de nuestro espíritu. El camino misterioso va hacia el interior..."
Reprogramar la biocomputadora humana...
Pensar con su cuerpo...
No es necesario disponer de complejos aparatos electrónicos para ponerse a obrar sobre sí: sin precisar descifrar su mitología (como no sea por interés en los símbolos empleados), la mayor parte de las técnicas de meditación encontradas nuevamente en Oriente pueden servir a quien hoy busca restablecer su armonía energética, en sí y a su alrededor. Trabajo sobre el cuerpo, cantos, métodos de relajación y meditación, concentración sobre mandalas o sobre nada, y por sobre todo, control de la respiración; todos estos ejercicios, bien empleados (a menudo es necesario al comienzo un instructor o maestro), pueden ayudar a volvernos a encontrar, a calmar la angustia, liberar la mente, acrecentar la atención, a producir numerosas ondas alfa (es inútil disponer de un electroencefalograma para probar su existencia, ustedes solos sentirán la diferencia de estado en ustedes mismos, es muy simple, tan simple...)
Abrir la existencia a nuevas dimensiones del ser.-
Pero "hay numerosas moradas en la casa de mi Padre", decía Cristo, a cada uno le toca escoger la técnica de meditación, de concentración, que le conviene, a cada uno le correspoonde probar, cambiar, hallar...Hacerlo sobre todo sin esperar nada preciso. Sin querer nada. El cuerpo sabe lo que necesita, y los resultados se constatan a medida que transcurre la práctica. Es inútil alimentar descabelladas ideas místicas, inútiles también las iluminaciones histéricas e imaginarias, todo sucede aquí y ahora.-
Todo. La vida...¿No es suficiente?
El hálito.-
Espirar, Inspirar, Espirar.-
Pulsación...
Porque este aquí y ahora no es un movimiento solidificado, sino un instante en movimiento; en esa relaidad instantánea se encuentra comprendido todo el movimiento del universo con el cual armonizamos al fin...Pero los momentos en que el ser vive plenamente el instante, en contacto con lo real vívido, sin que la pantalla se descomponga, son raros, tan raros.-
Resquebrajar las murallas que separan los mundos, volver a encontrar el hilo de la vida más allá de los personajes en sus roles, hacer que el yo purificado actúe como condensador de luz volcada hacia el exterior, abrir de par en par las puertas de la percepción, las compuertas de la intuición premonitoria y clarividente, creer en lo imaginario libremente, amar el encuentro que... "parece pertenecer a un orden que hace mover las estrellas y fecundar las mentes", el encuentro-comunicación con cada elemento, reforzar su energía vital y creadora, amar la vida...¿Es verdad que el más allá, todo el más allá, esté en esta vida? Pues, la respuesta es sí.-
Para alcanzar ese raro estado en el que el mundo se funde en nosotros, reconciliado, he aquí cinco reglas posibles: la creatividad, la disponibilidad, la espera en alerta (ese sexto sentido), la fuerza del cuerpo mental interior (recibir pero sin dejarse sumergir) y, sobre todo, el instante, cada instante vivido con plena conciencia, intensamente, furiosamente. Porque "el espíritu nos habla de un continente futuro"; ahora bien, todo se encuentra en el instante, aquí y ahora, siempre. Si se quiere "ver", poco a poco todo se anima, los signos hablan y se entremezclan, los ritmos de la vida rugen en un solo río de energías turbulentas. En el que vive y mueve "mi" energía. Yla vida de los demás.-
"Todo lleva a creer que existe un cierto punto del espíritu en el que la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, el pasado y el futuro, lo comunicable y lo incomunicable, dejan de ser percibidos contradictoriamente. En vano se buscaría en la actividad subrrealista otro móvil que la esperanza de determinar dicho punto".-
Ese punto se halla en... el instante.-
Y todas las religiones, al menos en sus comienzos, buscaron materializar esta realidad

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