miércoles, 15 de abril de 2009

EL VIAJE INTERIOR...

Estar atento

..."Esas opiniones divergentes emanan de las canastas religiosas como los contrastados perfumes del humo de los diversos inciensos. Repitan en voz alta y de manera continuada un sonido sagrado, mantra o plegaria. ¡No, en voz alta, no! Repitan silenciosamente el sonido sagrado, mantra o plegaria, hasta que la vibración, atravesando los diferentes niveles de conciencia, llegue al nivel de la divinidad, o de la felicidad. Mediten en silencio. Cuenten las cuentas de su rosario. Cuenten sus respiraciones. No cuenten jamás sus respiraciones".-
Ciertamente los caminos son múltiples, y existen instructores y maestros calificados que se consagran al prójimo en una suerte de apostolado. ¿Como escoger entonces?
En el Kalama Sutra, el Buda dice:
"No fundéis vuestra creencia en la fuerza de las tradiciones, aún cuando hayan sido honradas por numerosas generaciones y en muchos sitios; no creáis una cosa porque mucha gente hable de ella; no os fiéis de la energía moral de las antiguas leyendas. No creáis nada que dependa de la sola autoridad de vuestros maestros o sacerdotes.-
Despés de haberos informado, creed en lo que habéis experimentado, y que os parezca razonable, lo que sea bueno para vosotros y para los demás".-
Antes de comenzar un viaje a través de las prácticas de diversos misterios espirituales, citemos una bonita hassídica, que habla por sí misma.-
"Un gran rabino visita una pequeña aldea en Rusia. Era un acontecimiento de principal importancia para los judíos de la aldea, de modo que cada uno pensó largo tiempo e intensamente en las preguntas que plantearía al sabio hombre. Cuando finalmente éste llegó, todo el mundo se había reunido en la sala más amplia disponible, y cada cual preparaba su pregunta. El rabino entró en la sala y sintió una gran tensión. Nada dijo durante un momento, y luego comenzó a murmurar suavemente un himno hassídico. Pronto toda la sala murmuraba con él. Se puso entonces a cantar, y pronto todos cantaban con él. Después se puso a bailar, y muy pronto toda la asamblea se había entregado a la danza.-
Al cabo de un cierto tiempo, todo el mundo no hacía otra cosa que bailar, profunda y plenamente concentrados en la danza. De este modo, cada uno llegó a ser completamente él mismo, y curó sus desgarrones interiores que le impedían acceder a la comprensión. Cuando se hubo danzado un buen rato, el rabino retardó gradualmente el movimiento hasta detenerlo, miró a la asamblea y dijo: "Creo que he respondido a todas vuestras preguntas".-
La meditación es una reitegración del ser a sí mismo

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