lunes, 4 de mayo de 2009

EL VIAJE INTERIOR...


Diferentes tipos de éxtasis

Shaykh Ruzbehan dijo: "Hay tres clases de wajd: para los hombres ordinarios es una quemadura sobre una quemadura, para los elegidos es paz sobre paz, para lo más escogido de los elegidos es dulzura sobre dulzura".-
Y Ghazali dijo: "Existen dos clases de wajd: uno depende del género de los estados místicos y el otro de la develación de la gnosis. En el primer género, una cualidad divina penetra al místico y lo colma de una embriaguez que algunas veces se expresa por el deseo ardiente (shawq), a veces por el temor (khawf) y otras por el fuego del amor, una aspiración o una nostalgia. Este fuego que se enciende en su corazón acaba por alcanzar su razón y subyugar sus sentidos, al punto que, cual si fuera un muerto, sus ojos no ven y sus oídos no escuchan, o sino, como un hombre ebrio, es indiferente e impenetrable a cuanto ve u oye. En el segundo género de wajd aparecen cosas en la conciencia secreta (sirr) del místico, revestidas a veces de una forma imaginativa, otras muy nítidas. En ese estado, el efecto del sama es el de purificar el corazón cual un espejo. Cuanto se diga más allá de esto, tal como saber, demostración, ejemplo y explicación no podrían dar cuenta del wajd, y nadie conoce su esencia a menos que lo haya experimentado".-
- La excitación (tawajud) en la cual el sujeto aún está presente en sí y se agita vanamente.-
- El éxtasis (wajd), donde el sujeto está ausente de sí pero aún tiene conciencia de esta ausencia.-
- La sobreexistencia (wujud), donde el sujeto se ha desembarazado de su yo al punto que ya ni siquiera tiene conciencia de su estado. A este estado se lo llama anonadación de la anonadación.-

Movimiento de danza

El extático veraz es aquél que permanece inmóvil hasta que su existencia ilusoria esté completamente consumida por el fuego del sama, y su agitación sea tal que, como un hombre que se estremece, ya no pueda controlarla.-
"Danzar no es levantarse a cada momento
Sin experimentar pena, como el polvo que se echa a volar.
Danzar es ascender por encima de ambos mundos.
Desgarrar su corazón, elevarse más allá de su alma".-
"Al pronunciar el "¡Fiat!", el Bienamado despertó al amante del sueño de la no existencia, y al oír esa melodía fue subyugado por el éxtasis, y por este éxtasis recibió la existencia (absoluta). El ardiente deseo de esa música penetró en su conciencia, el amor se adueñó de ella, la calma interior y aparente se transformó en danza y movimientos espirituales. Esa música no cesará, ni esa danza se detendrá hasta la eternidad sin fin, porque el Deseado es eterno. El amante está perpetuamente danzando y en movimiento, aun si parece inmóvil".-
Alguna veces los movimientos extáticos de los sufís son como una danza, siendo entonces el índice del más alto grado del wajd. Cuando el sufí está en éxtasis, el juicio y el entusiasmo místico toman posesión de su cuerpo y de sus miembros; patalea y golpea las manos, ebrio de amor divino, sin tener ya conciencia de su yo. Es lo que se llama la danza de la unidad.-
En la ley esotérica, al igual que en la vía mística, la danza no está fundamentada canónicamente, y como los movimientos de los extáticos y el comportamiento de las gentes del tawajud se parecían a la danza, algunos bromistas los han imitado, y otros han creído que de eso se trataba el sufismo. Entre los sufistas por el contrario, los movimientos, las danzas, el despojamiento de las ropas en el transcurso del sama son siempre involuntarios.-
"Mira el halcón que ha escapado del nido de la vía mística, presa del éxtasis se agita como una paloma cogida en la tranpa".-
Con relación a los movimientos involuntarios en el wajd, he aquí la siguiente tradición: el Enviado de Dios dijo a Alí: "Oh Alí, tú eres como yo y yo soy como tú". El júbilo que suscitaron estas palabras puso a Alí en éxtasis. Reiteradas veces golpeó el suelo con el pie, a la manera de los árabes. El Profeta dijo asimismo a Ja'far: "Tú te me asemejas física y moralmente". También él, de la alegría, golpeó la tierra con los pies.-
Se cuenta que Shaykh Ruzbehan se hallaba en estado de éxtasis sobre un techo. Vió a un grupo de jóvenes que pasaban por la callejuela, cantando y tocando un aire sobre este poema:
"Oh corazón mío, junto al Amigo nada lamentes,
El techo, la puerta y la ventana no están custodiados,
Si el deseo tienes de perder tu alma,
Levántate y ven, ahora que el sitio está vacío".-
El Shaykh, transportado de júbilo místico, se puso a dar vueltas en el aire de modo tal que cayó del techo al suelo. Los jóvenes acudieron a él, abandonaron sus instrumentos, ajustaron su conducta a la del Shaykh, se arrepintieron, entraron en el khaneqah, se quedaron al servicio del Maestro y recorrieron con los derviches la vía de Dios.-
Abu Sa'id Abi-Khayr consideraba beneficioso para los jóvenes golpear con los pies y aplaudir durante las reuniones de sama, a fin de actuar sobre las pasiones del alma. De él son estas palabras: "El alma de los jóvenes no está liberada de las pasiones; ellas los dominan y extienden su imperio sobre todos los miembros. Si golpean las manos, los deseos de sus manos se liberan, si golpean los pies, las pasiones de sus pies disminuyen. De este modo, las pasiones de sus miembros se atenúan, y ellos consiguen preservarse a sí mismos de graves faltas. Es preferible que las pasiones se liberen durante el sama a que se cometan pecados capitales".-
Shaykh-al Islam Sohrawardi consideraba que si la intención era pura, la danza equivalía a un acto de adoración. Pero danzar para mostrar a las gentes que uno se encuentra en un estado favorable está absolutamente proscrito. En ningún caso el sama de los sufís consiste en lo que hacen esas gentes que, para ganar su vida y dándose el nombre de sufís, van de una ciudad a otra imitando los gestos de los verdaderos místicos, todo preparado bajo la forma de un espectáculo expuesto al público. Nada tiene que ver con el sama de los sufís el enardecer a la clientela con redobles de tambor, chupando una cola de escorpión vivo o metiéndose en la boca la cabeza de una serpiente, el clavarse agujas en el cuerpo, triturar piedras o vidrios con los dientes, y considerar todo esto como fruto de una disposición sobretnatural.-
"Esos miserables que tú ves ignorante, no adoran más
que a ellos mismos, déjalos.
Son los búhos de este mundo en ruinas
Ajenos al canto del ruiseñor.
Con todos los ademanes que hacen,
A Dios se lo atribuyo si algún día llegan a algo".-
Algunos maestros han considerado la danza en estado de tawajud como una forma de someterse a Dios sin esperar nada. Al respecto, Mawlana ha dicho:
"¡Danza mientras puedas quebrar tu yo,
Arranca las raíces de tu deseo!
Muchos danzan y dan vuelta en la plaza pública
Pero los verdaderos hombres danzan en su propia sangre.
Liberados de la mano del yo, golpean las manos,
Danzan y saltan por encima de sus imperfecciones
Sus ministriles tocan el tamboril interior
Y en su alborozo borbotean los océanos".-
Era preciso citar esta especie de meditación peculiar, que por otra parte volvemos a encontrar en el principio mismo de toda danza sagrada. Penetración del torbellino secreto, en sí, por el sonido, la palabra y el gesto.-



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