martes, 12 de mayo de 2009

EL VIAJE INTERIOR...

El despertar de los chakras

Hay que hablar también de una noción hinduísta, dada a conocer por el tantrismo, rama aparecida hacia el siglo IX de nuestra era, que es la de los chakras, polos de energía que se hallan en nuestro cuerpo y de los cuales siete serían esenciales para la armonía de la entidad humana y su desarrollo espiritual. Estos centros de energía radiante y peculiar son:
- el Muladhara, centro radical situado en el perineo que encierra la Kundalini adormecida. Su elemento es la tierra, su signo el cuadrado,
- el Manipura, sitio de la Joya esplendorosa, a cinco dedos por debajo del ombligo. Su elemento es el fuego, su signo el triángulo,
- Anahata, cuyo signo es el exágono, chakra del sonido primordial situado en la región del corazón. Su elemento es el aire,
- Visuddha, detrás de la garganta, asociado al elemento éter, llamado chakra de la purificación y simbolizado por el círculo,
- Ajna, el chakra-comando, situado entre las cejas, triángulo invertido que gobierna el poder de concentración, las facultades psíquicas y congnoscitivas del espíritu.-
- Por último, más allá de las formas y los colores, el chakra Sahasrara, el Loto de los mil pétalos, situado en la coronilla, lugar de unión de la Kundalini (energía terrestre) y la pura conciencia (energía cósmica), centro de fusión de todas las dualidades.-
La relación que se ha establecido entre los chakras y las glándulas endocrinas no carece de interés: corresponderían a las glándulas suprarrenales, gónadas, páncreas, timo, tiroides, pituitaria y pineal. La energía pura que pasa así por los chakras hallaría una expresión física y se transformaría en estos lugares, para ser transmitida luego al cuerpo por intermedio de la sangre y los nervios.-
Un ejercicio simple para estimular la energía de los chakras consiste en repetir las sílabas originales correspondientes a cada uno de ellos: se comienza por VAM, y luego vienen BAM, RAM, YAM, HAM, OM.-
Hay que modular cinco veces cada sílaba con voz grave, conduciendo la espiración a la zona en que se sitúa el chakra. Practicado una vez al día, este ejercicio ayuda a tomar conciencia de la entidad cuerpo-espíritu.-
Existe otra técnica, llamada Gáyatri Sádhaná, que consiste en dominar las pasiones de los sentidos en los tres chakras inferiores: La codicia (Lobha) en el Muládhára, la lujuria (Kama) en el Svádhishthána, en la raíz de los órganos genitales, y la cólera (Krodha) en el ombligo. Estas tres pasiones son las más potentes para poner en movimiento los sentidos, y son también las principales puertas al infierno. Con todo, la manera en que hay que actuar para vencerlas consiste en situar Chitta (la mente) sobre Sattá (la existencia) de Paramátmá (el uno) en esos chakras. El Chitta debe ser conducido a cada uno de estos tres centros inferiores y dominado; de este modo, las pasiones que tienen sus respectivos emplazamientos en dichos centros son sofrenadas. Así pues, cada vez que los sentidos (Indriya) escapan al control, fijar el Chitta (la mente) sobre el Paramátmá en el chakra conveniente. Explicado esto de una manera más acorde con el carácter occidental: "Si, por ejemplo, se trata de dominar la cólera, transportar la mente al ombligo y meditar allí sobre la existencia del Uno Supremo (Paramátmá) en ese centro, no ya cual Supremo en el exterior y en el interior del cuerpo, sino como encarnado en esa región particular del mismo, porque ella es Su manifestación. El resultado es que la actividad pasional de ese centro es sometida, pues su funcionamiento se aviene al estado del Atmá que lo anima, y el cuerpo, al igual que la mente, alcanzan la paz del Atmá sobre el cual se concentra el sí".-

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