martes, 24 de marzo de 2009

EL VIAJE INTERIOR


¿El cerebro? Desconocido...(Segunda parte)

Algo ocurre allí, aún no se sabe muy bien qué, pero la búsqueda de un metapsiquismo progresa a pasos agigantados. En los Estados Unidos, la moda de las ondas alfa ocupó grandes títulos de la prensa. Este fenómeno ha pasado de ser una moda al estado de descubrimiento fundamental explotado por todas las universidades y gran cantidad de liceos.-
La era del aprendizaje del bio-feed-back (o autorregulación de procesos bilógicos por el cerebro) entra en su fase activa. ¿De que se trata? Se sabe que el electroencefalograma hace aparecer cuatro tipos de ondas: alfa, beta, delta y theta.-
El ritmo alfa se sitúa entre los ocho y los doce o trece ciclos/segundo, y normalmente está asociado a un estado de la mente despierto pero relajado. La mayoría de la gente produce un estado alfa al cerrar los ojos, pero el Egrama tipo del estado de vigilia, con los ojos abiertos, hace aparecer al alfa mezclado con otros ritmos. El alfa estabilizado no es habitual en un sujeto con los ojos abiertos; puede aparecer en el momento en que se va a dormir. Típicamente, el alfa es detenido siempre por un estímulo repentino...
El trazado beta, rápido y apretado, va de catorce a treinta ciclos/segundo. Aparece con la reflexión y la agitación mental.-
Las ondas delta, medio ciclo a tres ciclos/segundo, están asociados a la enfermedad, a la proximidad de la muerte y a la degeneración; largas y lentas, aparecen durante el sueño y también pueden indicar un estado patológico, especialmente un tumor en el cerebro, cuando ocupan un lugar importante en el sujeto despierto.-
Las ondas theta, cuatro a siete ciclos/segundo, parecen tener realción con los estados emotivos, la figuración creativa y la especulación profunda. Son raras en los trazados de un sujeto despierto.-
Ahora bien, las ondas alfa estabilizadas y las theta se vuelven a encontrar en los estados de meditación y relajación; llevan a un estado de bienestar y calma observado por todos los sujetos. Después de numerosos experimentos en laboratorios, una nueva era de aplicación de la ciencia (que no hace sino volver a hallar los milenarios principios orientales) se inicia: el aprendizaje de las ondas cerebrales para autorregular sus ritmos internos. En los Estados Unidos, tras las universidades, las escuelas y las prisiones empiezan a aplicar cada vez en mayor número estas técnicas para beneficio de todos; en efecto, la agitación mental debe aplacarse, la relajación es necesaria, la persona debe distenderse y "dejarse ir" a la vez, para que el cerebro emita ondas alfa en el estado de vigilia. "Se trata tan sólo de dar un poco de descanso a nuestro yo personal y crispado, para descubrir la presencia de un SÍ más grande...".-
Los Maestros Zen siempre preconizan "cesar en la lucha" para despertarse, sin propósito ni deseo, a una realidad nueva, más vasta y rica.-
Comienza el descubrimiento de las nuevas posibilidades del cerebro y de estados de conciencia diferentes. El fantástico viaje continúa: el del descubrimiento del hombre por el hombre.-
Pero más que nunca, "ese viaje sólo es posible por la utilización humana de los seres humanos". Actualmente, aun cuando pueda verse un intento en este sentido, permanece muy limitado y se prosigue con la degradación del hombre por el hombre, el formidable derroche de potencialidades vivientes. Basta hablar a los niños, de cualquier clase, para percibir que sus dones de creación, de imaginación, sus facultades para aprehender el mundo, su ideal de un universo más verdadero, más justo, son cualidades innatas.-
Cualidades casi destruídas por el molde apremiante de la escuela (que ve en ellos alumnos a apuntar en relación a un esquema y no niños), y a menudo, también por el de la familia. Luego, las reglas jerárquicas y frustrantes de la sociedad acabarán de hacer, de un ser libre y con facultad de despertar, un semi esclavo. Esclavo de las estructuras y ritmos sociales, prisionero de los hábitos, de las formas de pensar y de ver, dependiente de las ilusiones que le han forjado.-
No, la vida no es lo que se enseña de ella, ni lo que se quiere que sea. No puede encerrarse indefinidamente en una estructura arbitraria, y se encarga muy bien de recordarlo al desbordar los rígidos marcos poniendo en marcha situaciones "de crisis". Porque no hay crisis sino en relación a ideas preestablecidas, elevadas a la categoría de ley.-
Hay que recordar que "se degrada a un hombre al encadenarlo a un remo para utilizarlo como fuente de energía; pero igualmente se lo degrada al atribuirle en una fábrica una tarea que consiste sólo en repeticiones y que apenas exige la millonésima parte de su capacidad intelectual. Evidentemente, es más simple organizar una fábrica o una galeta que utilicen las invidualidades humanas según una fracción ínfima de su valor, que edificar un mundo en el cual dichos valores puedan alcanzar su total expansión...
Afirmo que ese camino fácil hacia el poder representa no ya el rechazo de cuanto yo considero que tiene un valor moral en la raza humana, sino también la exclusión de nuestras probabilidades, hoy día mínimas, de sobrevivir como humanidad".-
Pero si el universo entero obedece a la segunda ley de la termodinámica y corre hacia un caos creciente, si "la vida es una isla en un mundo moribundo", si la degeneración acecha todo sistema ordenado, con todo, "existen islotes de entropía decreciente en un mundo en el que la entropía en general no cesa de crecer. La existencia de dichos islotes es lo que permite que algunos de nosotros afirmemos la realidad del progreso". Hoy día se comienza a comprender que mayor progreso no significa un índice de producción y consumo más elevado. Por el contrario, la sociedad surgida de la era industrial ha llegado a un punto de no retorno. Sin embargo, pasarán muchos años antes de que se pueda modificar, adaptar y dar otro sentido a la Máquina. Tal vez sea necesaria una catástrofe mundial para la verdadera toma de conciencia. ¡No la esperemos!

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