lunes, 13 de abril de 2009

EL VIAJE INTERIOR...


La meditación color

Verde, como la naturaleza en la vida... Combinación del amarillo y el azul, este color es el más tranquilizador que se pueda hallar. "El ojo y el alma descansan en esta mezcla como un elemento simple. Uno no desea ir más allá... (Goethe). El sistema nervioso encuentra en él una calma y una serenidad como la que nos produce la maravillosa visión de la múltiple variedad de tonos de la vegetación. El verde crea reposo, aplaca el tumulto mental procurando una "verdadera refrigeración mental". Equilibrador, ayuda al cuerpo y al espíritu a respirar, a abrirse. Apaciguador, crea un ambiente alegre. Muy variado en sus matices, puede ser empleado en toques diversos que son otros tantos mensajes de vida.-
Quien evita el verde probablemente sufre una gran atracción nerviosa que le impide abandonarse a los influjos vitales; opresión física, angustia, agitación mental, estrés, son sus corolarios; atención entonces al carácter, que corre el riesgo de ser irritable, cáustico, artificial. Pero quien ama demasiado el verde da muestras de un carácter íntegro que necesita consideración y se propone llevar su vida a su manera, a despecho de todos.-
Hay que saber equilibrar los colores entre sí, dejarlos hablar en nosotros y de nosotros; ellos son otros tantos signos, otros tantos mensajes, otros tantos estímulos. Entonces, juguemos y meditemos acerca del inmenso poder de su infinita paleta; la vida se compone de sus mezclas e interdependencias.-

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