miércoles, 29 de abril de 2009

EL VIAJE INTERIOR...

La música sagrada

La oración, el canto y la música son un impulso y una aproximación a la Unidad. Todas las sectas del Islam los practican de una u otra manera, siendo la más común el Zekr, el sama.-
¿Cómo escuchar música y participar en la danza divina del sama?
Dejemos hablar al místico Javad Nurbakhsh:
"Ese éxtasis y ese sama no son cosas profanas. Y esta danza que ejecutamos no es un divertimiento. Dí a los ignorantes:
Oh hombres de escasa sabiduría.-
Si todo fuera fútil, no se discutiría tanto de ello.-
La palabra sama significa escuchar, pero en la lengua de los sufís, el sama es el oído del corazón, que el escuchar poemas, melodías, aires y sones armoniosos, eleva el alma hasta el éxtasis y el anodadamiento. Para los sufís, el sama es un llamado de Dios, cuya virtud esencial es despertar los corazones y acercarlos a la Realidad Suprema (haqq). El místico cautivado por el sama vuelve la espalda a ambos mundos, y todo lo que no es Dios se consume en el brasero de su amor. El sama atiza el fuego de este amor y aproxima al oyente a la fuente de la música, hasta el punto en que aquél es ya por completo semejante a los sonidos.-
El mundo espiritual es un mundo de Belleza y de Gracia; en cualquier parte donde se encuentren belleza y gracia, hay armonía, y todo lo que es armonioso es un signo del mundo espiritual. Por ello el sama es una vía de acceso a ese mundo, y la audición de poemas y melodías armoniosas atrae la atención hacia las moradas espirituales.-
"Ciertamente Dios es bello y ama la Belleza", y bajo las manifestaciones de lo Absoluto la montaña de la existencia ilusoria, se disgrega y la vía, el amor perfecto, se allana".-
Shaykh Ruzbehan ha dicho:
"El sama es la escuela del Ser, es la audición por Dios (haqq), para Dios, en Dios, con Dios. Y aquél que añade a esto algo diferente a Dios es un infiel".-
Así pues, en los oratorios de los sufís, aquél que aún se ve a sí mismo no es digno del sama; éste está reservado a los perfectos. Dice también: "Los fieles de amor escuchan el sama divididos de su yo. Los hombres de deseo (salekan-eshawaq) lo escuchan separados de su intelecto, los que mueren de amor escuchan lejos de su corazón, los apasionados de la intimidad divina escuchan sin su alma. Si ellos escuchan con su yo, su intelecto, su corazón y su alma, permanecen ocultos a Dios".-
Cuando el místico abandona su yo, cuando el apasionado se vuelve veraz, percibe en cada melodía la voz de Dios, y en cada aire el llamado y el signo del Amado. Para él, retiro o reunión, convento o ruinas, soledad o multitud, ya no tienen sentido. Cualquiera sea su situación y su estado, sus ojos se vuelven hacia el rostro del Amigo y en su oído resuena la voz del Amado. Muchas veces brinca hasta la embriaguez por encima de las ondas del sama, y otras abandona su existencia en el océano de la aniquilación. Otras veces, como Alí, el sol de los gnósticos, escucha las campanas que proclaman: "¡Alabado sea Dios, verdad de las verdades. Él es el Señor Eterno!".-
Y más aún, como para Shibli, que en el arrullo de una paloma oía "¡hu! ¡Hu!" (¡Él! ¡Él!), como para Maghrebl, que en el ruido de un molino de agua escuchaba una voz que invocaba: "¡Alá! ¡Alá!", así habla el sama para los gnósticos perfectos o los apasionados de corazón puro.-
Los maestros de los estados místicos lo han dicho claramente:
"Sólo para aquellos cuya alma carnal está muerta es lícito este Vino.-
Cien mil desvariados de Dios se han extraviado aquí, es preferible para los principiantes no hablar de ello.-
El sama no es para los pensamientos y deseos de la naturaleza carnal, y en tanto no abandones esa vía no será lícito para tí.-
Este vino embriagante no es para cualquier bebedor, nadie es digno de él fuera del hombre de corazón iluminado.-
Es la vía del que ha sacrificado todo a Dios, y no un lugar para un puñado de hipócritas sin vergüenza".-
Los peregrinos de la vía practicaban el sama para extraer de él cierto beneficio espiritual; pero algunos, inconcientes de sus misterios, los imitaron para satisfacer su alma carnal, o para dar más brillo a sus reuniones o retiros. Apareció entonces un sama de la razón (c-aql) y las pasiones, muy diferentes del sama del Amor Divino.-
Es así como lo escribe Mawlana Jalaluddin Rumi:
"No todo el mundo domina el verdadero sama.
No cualquier pájaro se alimenta de higos.-
Y es seguro que no lo hace un pájaro agonizante, pudriéndose.-
Lleno de ilusión, estúpido y ciego".-
Como estos últimos introdujeron en el sama sus facultades intelectuales y sus pasiones, los más prevenidos expresaron sus juicios sobre los diferentes tipo de sama. Con el objeto de distinguir claramente su propio sama de el del vulgo, los enumeraron y describieron los géneros de sama lícitos e ilícitos, fijaron sus reglas y reunieron los relatos y las tradiciones que a ellos se refieren.-

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