miércoles, 29 de abril de 2009
RELATOS DE DERVICHES...
El perro, la vara y el Sufí
Un hombre vestido a la manera sufí, caminaba por un sendero, cuando vió un perro, al que golpeó duramente con su vara. El perro, aullando de dolor, corrió hacia el gran sabio Abu-Said. Arrojándose a sus pies y mostrando su pata herida, pidió que se hiciera justicia con el sufí que lo había maltratado tan cruelmente.-
El sabio llamó a ambos. Al Sufí le dijo: -¡Oh, insensato! ¿Cómo es posible que trates así a un pobre animal? ¡Mira lo que has hecho!
El Sufí respondió: -Lejos de haber sido mía la culpa, es del perro. No lo he golpeado por mero capricho, sino porque ha ensuciado mi manto.-
Pero el perro persistía en su demanda.-
Entonces, el incomparable se dirigió al perro: -En vez de esperar por la Recompensa Final permíteme darte una compensación por tu dolor.-
El perro dijo: -Grande y sabio: Cuando vi a este hombre ataviado como un Sufí, pude concluir que no me haría daño. En cambio, si yo hubiera visto a un hombre llevando vestimentas comunes, naturalmente me hubiera apartado de él. Mi verdadero error fue suponer que la apariencia externa de un hombre consagrado a la verdad indicaba seguridad. Si deseas que sea castigado, quítale la vestimenta de los Elegidos. Despójalo de las prendas de la Gente de Virtud...
El perro mismo estaba en un cierto Rango en el Camino. Es erróneo creer que un hombre debe ser mejor que él.-
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