jueves, 7 de mayo de 2009

EL VIAJE INTERIOR...


Las posturas: asanas

- El saludo al sol

Tratados y profesores de hatha yoga no faltan: nadie debe meterse en los rudimentos sin antes aprenderlos junto a alguien capacitado para indicar los movimientos. Sólo indicaremos aquí el saludo al sol, compuesto de movimientos simples al alcance de todos con un poco de entrenamiento, y cuyos efectos, si se lo practica todas las mañanas al levantarse y antes de vestirse, son múltiples y benéficos: tonificación de la irrigación sanguínea y del sistema nervioso, ablandamiento de la columna vertebral y de los músculos, liberación de la respiración y desintoxicación del organismo. Hacer los movimientos a vuestro ritmo y tomándose vuestro tiempo; no esforzarse jamás, cada movimiento debe llegar a ser "suave y confortable".-
Orientarse hacia el sol naciente (el este). Para las mujeres, abstenerse durante los primeros días del período menstrual.-
Sentarse en posición de loto, manos sobre las rodillas y pierna derecha cruzada sobre la izquierda, luego pierna izquierda cruzada sobre la derecha, luego piernas niveladas siempre con las manos sobre las rodillas y por último piernas niveladas (sin variar la posición de loto), y por último a la altura del sexo los dedos de las manos entrelazados y los pulgares tocándose punta con punta suavemente.-
Esta serie es ideal al aire libre, pero también se puede practicar en la habitación de la ciudad, para vuestra mayor conveniencia. ¡Que la energía vital del sol penetre en vosotros!

La postura de meditación

El acto de meditar bien depende de tres factores fisiológicos principales:
1. Hay que tomar una postura firme y confortable, de lo contrario la práctica de la meditación es imposible. Tomar una postura firme significa estarse de manera tal que se adquiera la sensación de poseer un cuerpo. La menor falta de confort distraería constantemente al espíritu; debe pues escogerse la postura que permita mantenerse inmóvil durante largos ratos sin experimentar una sensación de incomodidad.-
2. Hay que sostener la columna vertebral y la cabeza en una actitud rigurosamente recta, pero sin crispación. Todos los antiguos textos sobre el yoga insisten en la necesidad de conservar derecha la columna vertebral durante la meditación, para evitar la compresión de los órganos abdominales que acarrea una posición encorvada, lo cual provoca constipación y favorece muchos otros desórdenes.-
Existe otra razón para mantenerse derecho; los nervios del cóxis y del sacro reciben así una irrigación de sangre más rica que los revitaliza.-
3. Durante las posturas de meditación, los pulmones y el corazón retardan su movimiento a raíz de un menor gasto de energía muscular. Entonces, la producción de gas carbónico está en su grado mínimo. La respiración se vuelve ligera, casi abdominal, al punto que apenas se la siente. En estas condiciones, el espíritu está sustraído casi por completo de las distracciones que ocasionan los movimientos físicos, y puede así interiorizarse en una calma perfecta.-
Cuatro son las posturas indicadas:
1. Padmásana: la posición del loto inmortalizada por el Buda, las piernas cruzadas y los pies apoyados con la planta hacia el extremo de los muslos.-
2. Virásana: el medio loto o posición del héroe; un solo pie está montado sobre el muslo opuesto, el otro queda debajo.-
3. Svastikásana: o posición de la felicidad, la más simple de todas; la planta de cada pie está introducida entre el muslo y la pantorrilla opuestos.-
4. Bhadrásana: o la postura benéfica, los tobillos bajo los testículos o la vagina, según el caso, las plantas de los pies apoyadas una contra otra, mantenidas bien juntas con ayuda de ambas manos.-
Todas estas posturas son fáciles de ejecutar con un cojín duro bajo las nalgas. También se puede meditar hincado de rodillas, las nalgas descansando sobre los talones y, por supuesto, la espalda siempre bien derecha.-

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