Cuando un espíritu es abandonado a su condición primordial no modificada, el Saber resplandece.-
Cuando esa condición se mantiene, con una calma comparable al oleaje uniforme de un río apacible, se alcanza el Saber en toda su plenitud.-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario